Querida Raquel que hace listas de manera obsesiva, que disfruta con las historias románticas, que se emociona con las canciones de My Chemical Romance y que sueña con que sus veranos sean más productivos que los de Phineas y Ferb. Querida Raquel de quince años, sé que últimamente te sientes un poco perdida. Te lo cuestionas todo, te haces preguntas sobre tu futuro y tienes muchas dudas. Te escribo para darte unos cuantos consejos.
- Estudia, pero no te agobies. No importa llevar mal una asignatura, o suspender un examen (o dos). Tu valor no lo miden los números.
- Cuando te sientas sola recuerda que tienes una familia y unos amigos que te quieren y que te valoran muchísimo.
- Últimamente sólo te contentas con experiencias que te hagan aprender, que te hagan crecer. Le tienes fobia a la palabra entretenimiento (he de reconocer que a mí sigue sin gustarme). Esto que te voy a decir no te servirá de nada, pero disfruta. Estás viviendo un verano maravilloso, aprovéchalo.
- A escribir se aprende escribiendo. Así que escribe, escribe y escribe. Y, sobre todo, acaba lo que empieces; aunque consideres que lo que estás escribiendo es basura (y aunque lo sea).
- Sé buena. Sé amable. Encontrarás a amigos maravillosos en los lugares más inesperados.
- Sigue siendo tal y como eres. Sigue recopilando recuerdos y cuadernos. Sigue contando hechos cotidianos como si fueran grandes historias. Sigue emocionándote por tonterías. Sigue escribiendo cartas y construyendo cápsulas del tiempo y haciendo cosas absurdas y románticas. Sigue esforzándote por hacer las cosas bien.
Y, querida, un último consejo. Cuando salgas de fiesta, baila. Baila aunque la música sea horrorosa y tú no sepas bailar. Te aseguro que es mucho mejor que quedarte mirando.
Raquel (la del futuro)